El pasado martes 21 de septiembre en La Querencia se realizó el festejo del día del profesor en el marco de los festejos por los 35 años de la fundación del Instituto Nuestra Señora de Luján
Este 2021 se cumplen 35 años desde que un grupo de padres de Villa Allende, con mucho esfuerzo, dedicación, tiempo y voluntad tuvieron el valor de emprender un sueño y convertirlo en realidad. Esa realidad alberga hoy los sueños e ilusiones de numerosas familias.
Del evento participaron Miembros de la Asociación, Profesores, Preceptores, Secretarios, Personal de Maestranza y trabajadores de Cantina y Fotocopiadora. Además se realizó un homenaje a las docentes Marisa Favre y Elisabeth Widmer, quienes luego de muchos años de dedicada docencia en nuestro querido instituto, se jubilaron.
Ana Beatriz Goy de Álvarez, fundadora y Representante Legal de la institución brindó estas sentidas palabras hacia la comunidad educativa:
Se imaginan que en este largo recorrido vivimos de todo, aciertos y desaciertos, alegrías y tristeza, de todo. Pero lo que nunca, nunca, nunca imaginamos fue vivir el horror de lo que significa una pandemia, lo vivido fue como salido de una película de terror. sin embargo lo transitamos de la mejor manera posible, fortaleciéndonos como comunidad, aunando esfuerzos y llevando a cabo acciones para apoyarnos como hermanos, entre directivos, docentes, no docentes, estudiantes, etc.
Por eso es un buen momento para leerles un pedacito de la letra de la canción “Cambiar de vida” de Soledad Pastorutti:
Un camino sin salida
Un amor que ya se va
Una herida siempre abierta
Que no deja de sangrar…
Se cerraron tantas puertas
Es difícil continuar
Y marchita la esperanza
Es momento de cambiar
Llegó la hora de cambiarlo todo
Dejar atrás lo que no pudo ser
Llenar el alma de ilusiones nuevas
Cambiar el aire para después….CRECER
Creo que aquí se han logrado reunir todos los ingredientes necesarios para andar y hacer caminos, pero tengo la claridad de que no se puede avanzar sin agradecer a nuestra amada virgen, que sin duda nos ha acompañado con su bendición permanente y con su milagro infinito de fe y esperanza.Y como de agradecimientos se trata es un placer para mi recordar a todos aquellos que hicieron posible este proyecto: a toda la comunidad de Villa Allende por su aliento permanente para seguir adelante; a los padres que nos confiaron a sus hijos: nuestros estudiantes que pasaron por las aulas del Luján en estos 35 años; a nuestra primera promoción y a su abanderado Federico Sanchez, a los directivos, docentes y a todo el personal; los de antes y los de ahora, que aportaron ideas, proyectos, opiniones que enriquecieron y enriquecen generosamente la vida diaria del Lujan.
Y, para terminar quiero decirles que disfrutamos y amamos al “Luján”, como dicen los estudiantes.